Una lluvia de lunas invisibles
vestidas de viento se cuelan
en la sombra de esta hoguera
dibujando un sendero herido de nostalgia,
es hoy, silencio a destajo
en la ladera de tus labios.
Fugitiva, la Memoria se revela
en el péndulo otoñal de tu recuerdo
y una cascada de horizonte
asoma en la brisa
que susurra su plegaria
en el velo austral de mis pupilas.
Juega la infancia en las agujas de Cronos
su cenit de sueños en cuencos de ausencia
mientras el alba perfuma sus huellas en la arena
y sólo el mudo grito
con su manto alado
teje pájaros en la voraz penumbra de mis rosas.
EXELENTEE
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