Pasos en medio de una soledad
teñida
de soles y abismos;
llueve en la penumbra gris de esta vereda
que abraza la cintura
de tu sombra
y en jirones de
primavera
inunda el cuenco de tus ojos.
Sones de estrellas
distantes
como vorágine cósmica
tiñen el mar de tus
pupilas,
bebiendo
el eclipse
de esta luna misteriosa,
perfumando de
eternidad mis sueños y mi piel.
Como huellas de ayer
sobre la alfombra etérea del ocaso
mil luciérnagas se cuelan
en la
copa de mis versos
y cual hojas al viento sueltan amarras
en los espejos de
la noche.