En la infinitud de tus labios de sol
eterna mariposa dibuja preludios
de ocre sinfonía,
acunando, en magia y conjuro,
el solsticio
de otra aurora…
Ya regresan mil luciérnagas
empapadas de cielo
y como pétalos estelares
surcan estas pupilas,
nacidas del mar de tus caricias
redimiendo sus alas de arrebol.
Mientras la tarde derrama lágrimas
de espejos y añiles prefijos
sobre esta piel de acuarelas,
sublime alondra,
teje la silueta
de celeste hemisferio.
Hermosas y profundas rimas.
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