Escapa la sangre,
huye entre los colores de la tarde
y el viento las transforma en palabras,
sacude las páginas
de este calendario
que musita primavera en tus cabellos.
Hoy el cielo pierde su esplendor
negra alfombra sepulta el paisaje
no puedo encontrar el mar de tus ojos,
deambulo entre los escombros
y con mis manos arranco los espejos del dolor
en tanto la guerra lo devora todo.
Una ráfaga de estrellas
ilumina la oscuridad que me cobija
siento el calor de tus brazos que me envuelven
cuando un estallido de flores en las venas
me despoja de este vestido de cenizas
bordado en el llanto de los pájaros.
El reloj se llevó los últimos latidos
transformados en alas, perfumadas de paz,
surcando un nuevo arco iris
mientras un coro de ángeles se oye
y en la Cruz descubre otro firmamento
más allá de las fauces de la infamia.