Un silencio poblado de estío
en la ribera caudalosa de los sueños
cuela sus mágicos perfumes
y en la impronta de la tarde
viste mariposas de arrebol
sobre los arroyos dorados de mi infancia.
Auroras silentes
duermen en el regazo de la tarde
desvelando alas
en el grafito de mis noches,
acunando sortilegios de mar
en la bahía primigenia de ayer.
Y entre misteriosos acordes
de acuarela y pentagramas en lúdico juego
se tejen los secretos ancestrales
que cobijan metáforas de pasión y alborada,
amortizando luciérnagas
en este abismo de silencios.
Luz ante el silencio, versos en la oscuridad.
ResponderBorrarSalud
Gracias por tu concepto Luis!!!!!
BorrarMaravillosa evocación de esos, no menos maravillosos, veranos de la infancia y adolescencia. Escribes fenomenal.
ResponderBorrarAbrazos