Se esfuma un cansancio de relojes
en el susurro gastado de la noche,
y en un norte de pájaros en fuga
se cuelan mil versos
de arena y cenizas.
Distancias amaneciendo
en el fuego de las ausencias,
ilusión florecida en tu andén de espejismos
estrellan metáforas
en una tarde cualquiera
hilando un destino de alondras
en la incandescencia lágrima
de esta mariposa de las sombras
mientras huye la nostalgia
adormecida de sol sobre tu piel.
Me resulta de muy buen gusto el poema, amiga.
ResponderBorrarBeso