lunes, 31 de marzo de 2025

“Murmullos en la niebla”

 Claman las rosas su naufragio de estrellas,

en la piel del otoño guardan su secreto

de incienso y hojarasca

dibujando en el aire pájaros de bruma.


La luna desviste las grietas

en el espejo del paisaje,

claroscuros en las hojas que el viento estremece,

retazos de sol en el uniforme de mi Alma.


Despiertan golondrinas de plata,

se aroman de mar y eternidad

en la orilla de los sueños mientras

mágico hilván zurcen en mis versos.


Un oscuro manto reviste el paisaje, 

sutil fragancia envuelve el abismo

que acoge la noche y sus antiguos enigmas

yo me despojo, renuncio a los miedos;


hay acordes de una aurora escondida

en la sinfonía de una vieja canción,

son murmullos en la niebla

garuando níveas flores en mi pelo.





martes, 4 de marzo de 2025

“Bosque de lavanda”

 

Una acuarela de ensueño redime la calma

de mil huellas escondidas en su seno,

mientras un manantial recorre

entre azules y verdes, su geografía.


Hay un susurro de pétalos

 en los acordes de la tarde,

y un telar de pájaros que presagia

la danza secreta de las hadas.


Retazos de bucólica magia,

mariposas de rocío y aurora

juegan en un concierto de música y colores

despertando su aquelarre de púrpura y lavanda.


Bosque encantado,

paraíso de moradas estrellas

vestido de lavanda, para despertar los sentidos

que amalgaman el lienzo de ancestral cobijo.




martes, 25 de febrero de 2025

“Tu mano en la soledad”

 

La noche conspira su ritual

de barro y abismo,

desteje su hojarasca de penumbras

entre rocas y perlas, a orillas de la aurora.


Susurros de mar cual mariposas de cristal

enhebran leyendas de vientos peregrinos

devorando heridas, rugiendo en el eco

de un templo sagrado.


El paisaje se viste de ausencias

y acalla el vuelo de mis alondras,

huelen a jazmines las huellas

que desnudan al alma.


Juegan las sombras sus claroscuros

en tanto la tormenta golpea y todo estremece

es tu mano en la soledad encendiendo el fuego

que rompe las cadenas.













domingo, 23 de febrero de 2025

“Estrellas en el horizonte”

 

Nocturna y misteriosa

una lágrima enciende las sombras

que presagian las huellas

de viejos caminantes.


Un naufragio de mariposas

abraza las calles

aromadas de lilas,

vestidas de nácar,


mientras un rocío de perlas

atraviesa los sueños,

naciendo en palabras

de añejos conjuros;


son aquellas alondras cautivas

que tejen el velo de eclipses y mareas,

soltando al viento su grito

de estrellas en el horizonte.




miércoles, 12 de febrero de 2025

“El campo de antaño”

Un cielo infinitamente celeste,

nubes muy blancas juegan en mil formas

despertando la imaginación,

refugio a la infantil mirada.


Paisaje multicolor, aromas únicos

a flores, a frutas y esperanza

alegrando el alma

en la pureza de tu agua de aljibe.


Postales que iluminan el encuentro:

el molino de viento, al que trepábamos

cual montaña imaginaria,

el tanque donde nos refrescábamos en verano,


el galpón, cual museo de ciencias

nos invitaba a investigar extasiados

y el antiguo chalet, donde tejimos mil historias

sembrando recuerdos imborrables.


Se ilumina el corazón,

revolotean mariposas en mi alma

colores y sabores mágicos se conjugan

en el campo de antaño.


 




lunes, 10 de febrero de 2025

“Estela de fuego”

 Un cielo infinitamente celeste,

mientras el silencio se refugia en la piel

y al alba vuelan nacaradas golondrinas

en espiral de hojarasca y cenizas.


Florecen soles en el pincel de la tarde,

se abren sendas de viento y espuma

caminando en las huellas de antaño

y sin ropaje, al alma transmutan.


Ya la noche cierne su holocausto

en los telares de oculto paraíso,

cómplice, la luna, entre velos

derrama rasguños de plata y sangre.


Polvorientas heridas se diluyen

en la penumbra del horizonte,

un bostezo de luz grita su naufragio

para redimir sus sueños y mis días.


Alzo mis ojos, me pongo de pie

el tiempo, sin relojes, se detiene

extiendo mis manos y, en un rezo

tu voz me envuelve en su estela de fuego.