Un murmullo de cristales
arrojados al viento
rasga las sombras
en el rugido de la tarde
mientras juega el horizonte
entre inciertos caminos.
Se mece un reloj de horas cansadas
anunciando las borrascas del invierno
y en un remolino del pasado
abatirá cada una de sus hojas
y cantarán los pájaros
dorados del otoño.
Solemnes, las flores dormidas
en el crepúsculo del follaje
teñirán las calles despobladas
y en nuevo firmamento
erguida frente al sol
majestuosa, la primavera, la Esperanza.
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